Ecosistema
La empresa cuenta con sus propias dehesas en la zona suroeste de la península ibérica, unas 1.400 Ha repartidas en dos fincas grandes donde se crían sus cerdos de raza ibérica, tanto pura como cruzada con Duroc. Los animales se crían en libertad, comiendo bellotas y pastos naturales en un entorno idílico, con esquemas avanzados de bienestar animal.
Además, la dehesa es un ecosistema sostenible, una perfecta combinación de la naturaleza con la cría de ganado y la actividad humana, fomentando de esta manera la lucha contra la despoblación rural.
Proceso de elaboración
El proceso de elaboración sigue las pautas tradicionales con secadero natural cuya temperatura se controla mediante la apertura y cierre de ventanas, con los contrastes térmicos de la zona, como se ha hecho “toda la vida” en la elaboración de los derivados del cerdo ibérico. Esto está muy alejado de la producción tipo industrial.
Compromiso con la calidad
A lo largo de los años, Ibéricos Guillén ha continuado expandiéndose y mejorando sus procesos de producción. Con la adquisición de dos fincas dedicadas exclusivamente a la cría y cuidado de nuestros cerdos ibéricos, hemos asegurado que cada producto que ofrecemos mantenga los más altos estándares de calidad y autenticidad. En estas fincas, los cerdos disfrutan de un entorno natural y saludable, alimentándose principalmente de bellotas durante la montanera, lo que confiere a nuestros productos su sabor característico y su textura única.
Nuestra filosofía se basa en el respeto por las tradiciones y técnicas artesanales, combinadas con las innovaciones necesarias para satisfacer a nuestros clientes más exigentes. Cada etapa del proceso, desde la cría hasta la curación, es supervisada cuidadosamente para garantizar que el resultado final sea siempre de la más alta calidad.
Nuestras instalaciones
Rodeados por las sierras de Béjar, Francia y Gredos, contamos con unas instalaciones, clima y condiciones ideales para el curado natural de nuestros jamones y embutidos.
Nuestro compromiso va más allá de la elaboración; en las fincas «El Tagarrais» y «Do Gato» gestionamos todo el proceso de cría de nuestros propios cerdos, desde la selección genética hasta la alimentación. Este enfoque integral nos permite no solo mantener, sino elevar los estándares de calidad que nos definen.
Con el paso del tiempo, Guijuelo, de ser una pequeña localidad, ha evolucionado hasta convertirse en un pilar fundamental de la industria chacinera mundial. Cada jamón y cada embutido que sale de nuestras instalaciones es el resultado de un trabajo minucioso, donde cada detalle importa, para llevar a nuestros clientes el sabor auténtico y genuino de lo mejor del ibérico.
Ecosistema sostenible
Animales criados en libertad
Fincas propias